La primavera y el fin del mundo.
Los Angeles, 11 de agosto de 1999.

Parece que el evento más importante para Guadalajara es el fin del mundo programado para el próximo sábado. Esto le ha quitado notoriedad, según da la impresión desde acá al debate que se mantiene sobre el destino del bosque La Primavera.

Hemos visto una especie de debate entre un empresario y un académico (quién, por cierto, lleva muchos años estudiando este bosque y ha desarrollado un plan de manejo para el mismo). Sin embargo lo que pudimos leer en defensa de convertir en tierra pública al bosque fue más bien una argumentación más filosófica que científica, más posmoderna que racional. Es decir, muy, muy mesurada.


Si bien aún no contamos con herramientas que con certeza predigan el éxito o fracaso de un pedazo de tierra 'estúpidamente' dejado a la deriva, si existe un par de marcos conceptuales y algunos estudios a largo plazo que nos pueden dar una idea.

Por un lado se encuentra la biogeografía de islas que habia sido el paradigma para la conservacion (definiendo los parches de vegetacion como islas). Esta teoría dice, según recuerdo, que entre mas grande sea un espacio, es mejor. Que si hay que escoger varios pedazos chicos, entre mas cerca se encuentren entre sí es mejor. Y que mas parezca un circulo, y no una línea, el área silvestre es mejor.

El problema con la teoría de biogeografía de islas es doble: primero, estudia poblaciones en equilibrio (lo que entra es igual a lo que sale; lo que se extingue es igual a lo que se especia -o a lo que aparece) y estas raramente se encuentran en la naturaleza. Además existen varios ejemplos que contradicen la teoria, uno reciente es el estudio de diez años por Walter(1)sobre las poblaciones de aves en la Isla Socorro (Revillagigedo, Colima, Mexico) donde demuestra que aunque las islas son pobres en especies (en Socorro hay 12 todas endémicas) pero estables. Segundo, el parámetro que utiliza para medir una comunidad (un conjunto de poblaciones) es la riqueza, es decir, cuantas especies hay en un lugar, sin ponderar la importancia de cada especie o el tipo de habitat que requiere (por ejemplo cuantos árboles de guamuchil existen en un parche de vegetacion cuando se estudia a las aves que solo comen semillas de guamuchil)

El segundo paradigma para la conservación biológica que se ha vuelto muy popular en esta década es la teoría de las metapoblaciones escrita en matemáticas por Levins en 1969. Hoy el libro de referencia para quienes no nos dedicamos a la genética de poblaciones es el de Hanski y Gilpin(2). La causa de la popularidad de esta teoría se debe a que estudia hábitats fragmentados, es decir trata con espacios mas realistas que las grandes extensiones de tierra no perturbada que requiere la biogeografía de islas. La teoría de metapoblaciones tiene cuatro aspectos: 1) La calidad del espacio cuenta, es decir, es relevante que (o cuanta de la total disponible) cuenta con los recursos para que habite la especie estudiada, por ejemplo los guamuchiles de arriba. 2) Cada fragmento tiene el mismo aislamiento; es decir es igual de dificil que los bichos de A se vayan a vivir a B, que los de B a A o los de E a Z. 3) Las poblaciones de cada fragmento tienen una dinámica independiente; si se extingue una población no pasa nada con las de los otros fragmentos. De hecho las poblaciones de los distintos fragmentos generalmente no se enteran que las otras existen. y 4) Las migraciones (bichos que se van a vivir a otros fragmentos) no afectan la dinámica de las poblaciones locales; en otras palabras, las migraciones son raras.

El problema con la teoría de metapoblaciones es que es muy difícil encontrar sistemas naturales que cumplan las cuatro reglas anteriores (de hecho la metapoblación clásica, de libro de texto, es UNA, la de las mariposas de Hanski y secuaces (3) ); por eso la teoría se ha relajado y se han incorporado 'asegunes' matemáticos en los modelos que predicen como va a funcionar una metapoblación. Aquí el problema es que muchos ecólogos y biólogos de la conservación extienden demasiado los asegunes matemáticos y llaman a cualquier conjunto de parches de vegetación una metapoblación.

Punto y aparte. Otro factor que hay que tomar en cuenta son los experimentos que Tom Lovejoy tiene en el Amazonas brasileño. Son un conjunto de islas cuadradas de selva rodeadas del mar de los pastizales. Lo triste es que han encontrado una degradación paulatina de estos parches (los pastizales y las especies invasoras (4) están reemplazando a las especies nativas). Este experimento y otros sobre biogeografía de islas se encuentran relatados magistralmente en 'El canto del dodo' (5). Una de las conclusiones de este libro es que lo mejor que puede hacer la gente para ayudar a la naturaleza es vivir en las ciudades y no meterse en los bosques. Por ejemplo en el norte de california y en el estado de washington es muy comun que la gente tenga su casa en el bosque, un montón de estas casas da#an más que una ciudad porque con la ciudad y el área protegida el impacto tiene fronteras, están delimitados el bosque y la ciudad. Por otro lado, las casas dispersas generan un numero grande de impactos pequeños y con límites borrosos que a la larga causan mayor daño al bosque. En el caso de la primavera, las diez comuniades propuestas por el empresario causarian diez mil pequeños impactos que, sumados, en sinergia terminarían por convertir al bosque en un baldio de zacate de natal (o de pasto alfombra; ni modo que no pongan plantitas, naranjas agrias y eucaliptos en los jardines de las casas o en los camellones de las comunidades propuestas) y un patio de gatos domésticos.


Finalmente (ya mero), en la práctica, existen dos enfoques para hacer biología de la conservación. Uno es el europeo -más bien alemán- que fue desarrollado por geógrafos. Es un enfoque de paisaje y manejo. Toma en cuenta el paisaje como un conjunto -de especies, de habitats, de suelos...- y reconoce que es imposible conocer todos los procesos y condiciones de todas las especies. Por eso se enfocan en lo que llaman especies sombrilla (porque cuidando a estas, un conjunto de especies más grande queda protegido de la lluvia de la degradación) o en especies bandera (que son como indicadores de la 'salud' del ecosistema). El espacio en el que se desenvuelve este tipo de manejo es un continente en el que ha vivido gente por mucho tiempo y los bosques 'naturales' fueron abusados y diezmados especialmente a partir de la revolucion industrial, además no tienen mucho espacio; en sintesis es una biología de la restauracion y remediacion.

La otra escuela, la americana -más bien california- se desenvuelve en un país con el dinero y el espacio para decretar grandes extensiones de tierra como areas protegidas y pagar quien las cuide. Aquí el enfoque es de abajo hacia arriba, es decir, estudiar las especies y procesos de una por una y despues sintetizar el conocimiento, detallado. De hecho en estos meses -mas o menos tres años- se está terminando el proyecto de análisis de claros (6), en el que utilizan herramientas como SIG y el metaánalisis (7).

Para el caso de México, entrar en una etapa de desarrollo sustentable, implica combinar -por lo menos en lo que a conservación biológica se refiere- los dos enfoques y encontrar un justo medio. Como ya lo ha expuesto José Saruhkan y como el modelo que está desarrollando el IMECBIO en la Sierra de Manantlan.

Para terminar (ahora si), mientras se desarrolla un marco teórico que con absoluta certeza indique como conservar la biodiversidad, más nos vale cuidar la mayor superficie posible. Lo que si sabemos es que el enfoque utilitario (justificado en la biblia) de que 'si no se usa no sirve' no debe seguirse utilizando. La biodiversidad tiene valor por si misma. Preguntarse para que queremos al estupido lote baldío de La Primavera es tan brillante como preguntar para que queremos las pirámides de Chichén Itzá si mejor podemos construir un centro de convenciones o un Gualmar o un Sausclup que van a generar empleos en vez de tener las piedras feas y enmohecidas esas.

(1) Walter, H.S. 1998. Driving forces of island biodiversity: an appraisal of two theories. Physical Geography 19: 351-377.

(2) Hanski y Gilpin. 1997. Metapopulation Biology: Ecology, Genetics, and Evolution. Academic Press.

(3) La primera parte la publicaron en: Hanski, I., M. Kuussaari, and M. Nieminen. 1994. Metapopulation structure and migration in the butterfly Melitaea cinxia. Ecology 75:747-762. El segundo artículo, mejor elaborado y más divertido, relata como un montón de estudiantes del curso de campo de Hanski fueron a una isla en Finlandia y le fueron a dar matarili a las mariposas (en realidad solo las contaron) para ver si funcionaba la teoria.

(4) Un ejemplo de especie invasora es el pasto de Natal (originario de Natal, Sudáfrica) que ha invadido todo el mundo. De hecho es muy común en los baldíos de Guadalajara y se encuentra hasta en los límites occidentales de México: las islas Revillagigedo. Para ver una foto del zacatedenatal en Socorro consultar http://nobel1.biology.ucla.edu/people/erick/socorro/natalgrass.gif , a ver si se les hace familiar.

(5) Quammen, D. 1997. The song of the dodo: Island biogeography in an age of extinctions. Touchstone Books. 704 pp.

(6) El GAP (Gap Analysis Project) recibió mucho dinero del gobierno de estados unidos y es un esfuerzo para la conservación de vertebrados terrestres. En cada estado se nombro una universidad coordinadora, en california fue la UC, Santa Barbara (http://www.biogeog.ucsb.edu/projects/gap/gap_home.html) y la coordinacion nacional del proyecto se encuen6tra en Idaho (http://www.gap.uidaho.edu/gap/), un estado plano y sin biodiversidad.

(7) SIG son sistemas de información geográfica. Ver Guanabios de junio en: http://www.geocities.com/rainforest/vines/9546/circular/
Metaánalisis, en pocas palabras, es el reciclado de datos. Es compilar información de publicaciones, museos, libros, homogeneizarla y analizarla como si toda fuera nueva.